"La torre de marfil"

A petición de Tukie. abro este tema para subir un fic que me encanta y que espero que os guste a todos los que lo leais ^^
Escrito por mi y por un amigo mío ^^ Pondré mis partes en negrita, las suyas en cursiva.
Y aviso, es cortito.


-LA TORRE DE MARFIL-

Y aun dices que soy tu princesa…

Encerrada aguardaba, en lo más alto de mi mas alta torre, a mi príncipe azul, que no fue rana, pero que con un beso me descubrió que me equivocaba de color y, así, me demostró, con su chupa de cuero y sus pantalones vaqueros, que el príncipe de esta historia no era azul, sino negro.

Cruzando una ancha carretera, un bosque de espinos y un gran desierto de arena, llegó al fin a la torre de su pequeña princesa. Esta, al oír el rugido de la moto que su príncipe aparcó ante ella, se quedó atónita ante una montura de semejante fiereza.

El caballero negro, queriendo rozar su piel, escaló hasta lo más alto de su más alta torre para alcanzar el corazón de su princesa.

Ella, perdiendo todo temor, se acercó a su héroe y le besó sin pensarlo.

Era ya de noche y la luna rompía la uniformidad del cielo abierto; el aire corría de aquí para allá peleando con los árboles. El frío calaba hasta los huesos. El príncipe bajo la cremallera de su chupa de cuero y la puso sobre los hombros de su pequeña.

Así la liberó de su tormento y juntos partieron muy lejos en su montura de acero…

Tenía ganas de llorar, me aparté el pelo de la cara, apuré de un sorbo lo que quedaba en la taza, perdido en el infierno.

“Eres un perdedor”, me decían en susurros. Tal vez era verdad.

Cerré los ojos. Miré por la ventana.

El sol comenzaba a ocultarse en lo alto de la calle y cuando sus halos de luz se enfrentan a una mirada perdida el mundo se antoja difuso.

Cogí la chupa de cuero, la cerré y me monté en mi caballo de acero. Un último rugir fue mi despedida. Decidí partir.

El sonido de una sirena resulta estridente. Las gentes del vecindario comienzan a dejar sus actividades y se retiran a descansar. Estaba nervioso, sería interesante volver a contemplar un amanecer.

Una ancha carretera me da la bienvenida, con un suave movimiento me coloco las gafas, un bosque de espinos, un desierto de arena, el relinchar de mi montura y un acorde distorsionado son mis compañeros de viaje. No necesito más.

¿Qué estaba haciendo?, me preguntaba.” Soñar”.

En lo más alto de la más alta torre la vi. “Princesa”, susurré en un suspiro, “la necesito”.

Comencé la ardua tarea que era escalar aquella torre.

La noche caía cerrada, una suave brisa nos acariciaba, acariciaba su cuerpo. La besé.

Todo había pasado, me desabroché la chupa y la abrigué con ella, toqué su pelo, besé su cuello. Era un ángel, mi princesa. La volví a mirar.

-No te merezco, tu eres… y yo… Te mereces caballeros azules a lomos de blancas monturas, te mereces ranas, sapos, te mereces ser feliz.

-¿Es un adiós?

-Es mi forma de decir te quiero.

Llantos nocturnos,
Mis lágrimas no se rendirán,
Lamentos taciturnos
En los que se hundirán.
Mi corazón se ahoga,
Se hunde en una gota de tristeza,
Solo al cielo implora
Que si en esta misma hora
No vuelves a su encuentro,
Olvides todo al momento
De este corazón que llora…
Morada de sueños y esperanzas…

Él solo deseaba abrazarla y sentirla sobre su pecho, protegerla y cuidarla. “Júrame que estarás siempre a mi lado” le pidió sin pensar en lo que requería aquello. “Pero… Yo…” ella intento contestar, no le salían las palabras.
“¿Me quieres?”. Ella le miro a los ojos, estaba serio, pero no dudaba que le quería, mas no pudo jurar… “Te amo” le contestó al fin.

Un beso se acercó a sus labios, pero no llegó a rozarlos, esperó. Le acarició la mejilla y sintió una lágrima hundiéndose en su rostro. No quería que todo terminara así, pero se convenció de que era lo mejor.

“No soy nada para ti”, dijo rompiéndole el corazón.

“Eres más de lo que tendré nunca, déjame ser feliz contigo.

La besó. Ella no pudo aguantar el roce de sus labios sabiendo que iba a ser la última vez que los sentía. Se fue.

Él se quedo solo, llorando en silencio. Ahora es ella quien se lamenta al mirar el pasado.

Con sabor amargo en su alma y resignada, paseaba sola y ausente por la calle oscura y solitaria, cabeza gacha y ojos ya sin emoción.

“Lo siento”, dijo al chocar contra una oscura figura.
Levantó la vista, dos ojos penetrantes fijos en su cabello. “Perdóname…”, dijo rompiendo el silencio.

“Te he hechado mucho de menos princesa”, sonrió.

“Te juro que estaré siempre a tu lado”, prometió.

No acaba ahi, lo seguire cuando haya algun post ok??
Besitows!!

Es precioso , me gusta mucho
siguelo pronto
que ya hay dos posts

Me encanta, me encanta y me encanta.
Me gustan más las historias originales que los FanFitions, como los de HP *-*
Ahh...y me gusta mucho. Yo subiré algún día algo que tengo por ahí xD

Sigue pronto, Vero!!! *-*

¡Besos guapaa!!!

A peticion de mis tres lectoras favoritas (xD)
Pongo otro trocito ^^


La veía, la necesitaba, creo que ella lo sabía. Quería acercarme, quería volver a sentirla junto a mí. “Júrame que estarás siempre a mi lado” dije. No contestó, sabía que no contestaría.

Miré abajo, la volví a mirar.

“¿Me quieres?”, se le escapó en un suspiro. No debería haberlo preguntado, lo sabía.

“Te amo”.

Definitivamente no debería haberlo preguntado.

Se acercó para besarla, deseaba volver a sentirla. Se acercó lentamente, con los nervios que preceden una despedida, sentía que ese sería el final. Se apartó, la princesa se apartó.
Por el contrario le acarició.

“No soy nada para ti…”

Las lágrimas corrían en su interior, sintió un frío dolor en el pecho, algo murió.

Tal vez el caballero dijo algo, tal vez le pidió quedarse, tal vez… no fue suficiente. Se fue, la princesa se fue.

Lloró.


Una vez más volvió a ser quien era…

Colgó su vestido y recuperó sus vaqueros.

Una vez más vio pasar su historia desde fuera… Ni princesa, ni príncipe, ni siquiera rana… Su torre reducida a escombros y su rizado pelo recogido.

El negro ya no era tan especial, sino un color más dentro de esa amplia gama de matices cualesquiera.

Su corazón lloraba pena, pero su alma sonreía tranquila al saber que jamás la abandonaría.

Las horas eran largas, los días eternos y los meses infinitos. Sin saber que hacer miraba al horizonte. “Está todo perdido…”

Amanecía, volvía a anochecer, pero nada calmaba mi lucha interior. Le pedí tregua al sol y paz a la luna, nada fue concedido, solo desvanecieron la poca inspiración que aun residía en mí.

-¿Qué me has hecho? No puedo escribir.

-No te he hecho nada, pequeña.- Respondió mientras bajaba de su fiera montura.

-¿Por qué me sigues llamando así?- Las lágrimas afloraban de sus ojos…

-Siempre serás mi pequeña.

No pensaba lo mismo, pero accedí, me traía buenos recuerdos.

Bonita actualizacion
espero k lo sigas pronto
bss

Ahh!!! Qué bien que escribís tú y tu amigo *.*
Me gusta mucho, sigue pronto ^^

¡Besos! =)

cwievjqerohit

Esto es genial *-*
Me gusta mucho como escribís tú y tu amigo *.*
¿Hay más, verdad? *O*

¡Besos! ^^

Bueno, lo continuo, es corto, asique no le queda mucho ya...



Apenas habían pasado nueve meses desde que la conocí, apenas unos meses desde que huí. Después de un tiempo, después de tres meses se montó en su caballo, “adiós pequeña, es la hora de dormir”, y marchó sin mas tardanza.

Transitó caminos, armado con su chupa, sus botas y su soledad, caminó, vislumbró otros castillos, recorrió parajes y de cuando en cuando, por el rabillo del ojo miraba atrás y la veía.

Así pasaron los días, que se convirtieron en semanas y estas en meses.
Cogió la chupa de cuero, la cerró y montó en su caballo de acero, un último rugir volvió a ser su despedida. Sería interesante volver a ver amanecer, sería interesante volver a ser feliz.

Había pasado mucho tiempo, otra vez allí, en mitad de la torre, necesitaba saldar una cuenta.
-Pequeña, no puedo escribir, apenas consigo seguir.
-Por algo será, ¿no?
Se hizo un silencio, le miró, él por su parte cabizbajo se quitó las gafas, se colocó el pelo.
-Mi musa se fue…
Alzó la cabeza, acudió a su corcel de acero y sacó la cosa más frágil que encontró, el único regalo que vio para ella, una rosa.
-Queda saldada mi deuda, es para ti, cuídate pequeña. No te olvidaré.

Decidí seguir mi camino a lomos de mi corcel y viajar lejos, donde pudiera olvidar y seguir adelante, pero me era imposible escribir una palabra. Sabía que era por él…
No sé si por su mirada, su voz, sus caricias o su pelo, pero me había dejado huella muy hondo en mi corazón.

Era hora de volver, con la mente en blanco y las ideas claras. “¿Qué sentiré cuando le vuelva a ver?”. Esa era una pregunta que me corrompía…

Y por fin le vi. Allí estaba, a lo lejos… Bajaba yo galopando por mi derruida torre y casi caigo de mi montura. En ese momento deseé no volver a verle nunca más, en la vida…

Pasó el tiempo, ¿cuanto?, no importaba; y el olvido me hizo un favor, todo volvió a la normalidad. Reconstruí mi torre, me coloqué mi vestido de damisela en apuros y volví a soñar posándome en mi ventana y admirando la paz de la noche.

Mientras tanto, no muy lejos, el que un día fue mi príncipe, cerró su chupa, se calzó sus botas, subió a su montura y partió de nuevo, pelo al viento, en busca de nuevas historias…

“Todavía mirando a la luna recuerdo las notas que entonan su rock sin olvidarle jamás…”



Aun no ha terminado!

Aww *se pone a llorar* que bonito
espero que lo continues pronto que pena que ya acabe T.T
continualo
bss

Ese ya si que es el final...
Se acabó...
Espero que os haya gustado y gracias por todos los comentarios!!

Awww *-*
que bonito !
Vero me a gustado mucho !